No son los latidos

Arde en el pecho
cuando un recuerdo estalla
y resquebraja los mismos cimientos
que sostienen el pasado.

Como esa copa que se derrama
sobre la mesa
y rueda
hacia el filo último
previo a la caída.

Y vuela.

Durante un instante
vuela,
desea
y olvida de donde viene.

Y cae.

Dura un segundo su caída.
Se quiebra.

Viene el olvido
y me arranca su última imagen.
Desgarra.
Duele.

Miles de cristales
se clavan
en los recuerdos descalzos.

Un descuido,
otra copa rota,
recuerdos que se aferran
a los que no se han ido.

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Comments (

4

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  1. Jaime Gómez Castañeda

    Muy bueno, como siempre.

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    1. Antonio J. Ramírez Pedrosa

      Gracias por tus palabras, Jaime. Tengo que confesarte que, sin la conversación que mantuvimos ayer, este poema no habría existido. 😊

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      1. Jaime Gómez Castañeda

        Gracias Antonio. Me da gusto que tu poesía siga encontrando cauces para expresarse. Un abrazo.

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  2. Antonio Navarro Vázquez

    👏🏻👏🏻👏🏻

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