Por Alejandro L.G

 La película elegida para representar a Alemania en los Oscar como filme internacional (compitiendo con la interesantísima “La sociedad de la nieve” de Bayona), es “Sala de profesores”, un inteligente drama que toca temas como la educación, la libertad de prensa, la videovigilancia, el racismo, los grupos de presión y los prejuicios, que recuerda mucho otras cintas como: “La caza” (2012) de Thomas Vinterberg, “La calumnia” (1961) de William Wyler, ‘La clase’ (2008) de Laurent Cantet o ‘La ola’ (2008) de Dennis Gansel. Se trata del cuarto largometraje dirigido por Ilker Çatak (poco conocido en nuestro país), director y también guionista del filme junto con Johannes Duncker. La película acaba de estrenarse en nuestro país, y está teniendo por el momento muy buenas críticas. Aparte de la nominación al Oscar fue nominada al Goya a la Mejor Película Europea, 3 nominaciones a los premios de Cine Europeo (EFA) y optó a la Espiga de Oro en el último Festival de Cine de Valladolid (SEMINCI) donde se llevó el premio al Mejor Montaje.

La trama, nos sitúa en un centro educativo donde la joven profesora Carla Nowak (Leonie Benesch), recién llegada a este, imparte clases de matemáticas y de educación física a los jóvenes alumnos. En el centro se han cometido una serie de pequeños robos que llevan a los profesores a pedir la colaboración de los alumnos, a los que presionan, e incluso cachean de una forma muy torpe (todo ello bajo el lema de “tolerancia cero”), para averiguar quién ha podido cometer dichos hurtos, llegando incluso al punto de acusar de forma injusta a un alumno de origen turco. Ante la incapacidad del claustro de resolver el problema, nuestra protagonista decide actuar por su cuenta y grabar un video desde su portátil en el que se ve como una persona del centro comete uno de los robos. Lo que en principio parece una prueba evidente que cerraría el problema, se transforma en una bola que a cada paso es más y más grande, y complica aún más la situación.

Ilker Çatak y Johannes Duncker escapan del típico profesor idealista que marca a sus alumnos y les alientan para ser mejores personas, como ya hemos visto en otros filmes. Aquí ambos guionistas arman un interesante drama con tintes de thriller con un ambiente claustrofóbico, tenso y malsano. El director ya desde el uso de la cámara nos sitúa en el punto de vista de la profesora a la que sigue mientras recorre los pasillos laberínticos del instituto, y la encierra con el uso de zooms y teleobjetivos incluso dentro de ese encuadre 4/3 (la pantalla cuadrada, tipo televisión) que acrecienta aún más esa sensación de agobio durante los 90 minutos de la película, en el que nos va planteando un interesante debate moral y ético (aunque, muy acertadamente, huye de dar al espectador cualquier tipo de moralina barata) sobre diferentes cuestiones sociales muy actuales a las que se enfrentaran tanto profesores como alumnos y padres en una pesadilla que pone el foco el sistema actual, no solo educativo, sino social. Aparte del manejo de la cámara, destaca la música compuesta por Marvin Miller, que va acompañando el estado emocional de Carla a lo largo de la película.

Por otro lado, el reparto está encabezado por la actriz Leonie Benesch, estupenda en el papel Carla, una joven llena de energía y con la creencia de que puede ayudar a mejorar las cosas, siempre con una sonrisa, un gesto amable, un fuerte sentido de la justicia y con la creencia de que estamos en un estado en el que prima la igualdad entre todos los individuos. Pero esa búsqueda de la verdad la confrontará primero con sus compañeros, y más tarde con sus alumnos, con el sistema y hasta consigo misma. El filme además presenta a un grupo de personajes que resultan creíbles y que hacen que el espectador pueda conectar con la trama.

La buena realización de Ilker Çatak hacen de “Sala de profesores” una interesantísima propuesta que puede gustar tanto a amantes del cine de autor como al espectador de blockbusters. Un buen guion con una interesante propuesta que va en aumento toda la película, con buen ritmo y que hace reflexionar sobre lo difícil que es distinguir entre el bien y el mal, invitando al espectador a participar y a reflexionar sobre lo que ve. Película muy recomendable.

Nota personal: 7/10.