Por Alejandro L.G.

El actor Ben Affleck, cuyo trabajo como actor casi siempre se ha puesto en tela de juicio, ya despuntó como guionista junto con su amigo Matt Damon en la estupenda “El indomable Will Hunting” (1997) que les valió el Óscar al Mejor Guion. Affleck después decidió seguir su carrera como actor hasta que (gracias a Dios) dio el salto a la dirección con “Adiós, pequeña, adiós” (2007) en la que dirigió a su hermano Cassey Affleck y demostró que detrás de la cámara se mueve como pez en el agua y consiguió excelentes críticas. Después le siguieron “The town” (2010) y “Argo” (2012) con la que triunfó también en las entregas de premios (Óscar incluidos). Unos años después llegó el único batacazo de su carrera como cineasta “Vivir de noche” (2016) y en pandemia se unió de nuevo a Damon para el guion de “El último duelo” (2021) una historia muy reivindicable. Ahora regresa con “Air” de nuevo con su amigo como productores de un guion que había pasado por varias productoras sin ningún éxito, y como el personaje de Damon en el filme, supieron ver el potencial del guionista.

“Air” nos narra el increíble y revolucionario acuerdo al que llegaron Michael Jordan, una (aún futura) promesa de la NBA, y la marca Nike (que en aquel entonces estaba muy lejos de ser la marca que hoy conocemos). Un acuerdo que revolucionó el mundo del deporte, el de la moda y la cultura contemporánea y que supuso la creación de la conocida marca Air Jordan. Cuenta la atrevida apuesta que definió la carrera del equipo de Nike, y la visión de una madre implacable que defenderá a su hijo con uñas y dientes, una mujer que conoce y confía en el talento que tiene, y el fenómeno del baloncesto en que se convertiría solo unos años después.

Pero “Air” no es una película sobre Michael Jordan, de hecho el actor tiene muy pocos minutos en pantalla y siempre de perfil. Se trata de un drama deportivo, al estilo de “Jerry Maguire” (1996). Aquí el filme se centra en el personaje de Sonny Vaccaro, interpretado por Matt Damon (que crea a un gran personaje simpático y muy divertido), que fue quien tuvo el pálpito sobre el potencial de una joven promesa del deporte. Es la historia de un hombre que apostó todo a una sola carta, todo un homenaje al sueño americano, una de esas historias que tanto gustan al otro lado del charco. Al lado de Vaccaro tenemos a Phil Knight el personaje interpretado por el propio Affleck, quién creo la que se convirtió en la marca de zapatillas más reconocible del mundo, y el resto del equipo de la compañía, interpretados por Jason Bateman y Matthew Maher. Por otro lado, tenemos a Chris Messina, como el representante de Jordan y la maravillosa Viola Davis como su madre (a petición del propio Jordan).

Affleck cambia el género negro (que tan buenos resultados le ha dado) para contarnos un biopic, que en principio parece que no va a dar para mucho, pero en manos del director adquiere interés y nos demuestra una vez más lo buen narrador de historias que es, con una cuidada puesta en escena, que nos traslada a los años 80 con una ambientación exquisita de aquellos años. En la banda sonora también tenemos una lista canciones de la época que enriquecen la historia, con canciones de Dire Straits, Cindy Lauper o Bruce Springsteen. Ben Affleck filma una entretenidísima historia, con un estilo muy clásico, con un buen ritmo que no decae en ningún momento, y con toques de humor que hacen de “Air” una historia muy agradable de ver, y que pese al evidente y conocido final es capaz de mantenernos expectantes durante toda la película. Parte de ese mérito también hay que dárselo a Alex Convery cuyo trabajo en el guion bien merece al menos la nominación a los Óscar, con unos excelentes diálogos que están a la altura de grandes guionistas de Hollywood.

Una buena película, que aún no siendo perfecta, pero tampoco lo necesita, ni lo pretende, lo que la hacen ideal para una buena tarde cine (si puede ser en una sala de cine mejor, sino en breve se supone que la disfrutaremos en Amazon Prime) con tu bol de palomitas y tu refresco. Una historia en la que todo funciona, con un reparto maravilloso, en el que todos están geniales, con un diseño de producción en el que la fotografía, el vestuario y los decorados sin ser lo más de lo más hacen de “Air” otro éxito en la carrera del cineasta. Una película hecha con cariño y pasión. Ojalá, más películas así.

Nota personal: 7/10.