Confieso que sufro muchísimo cada año por esta fecha. La llegada de Halloween me contrae y me estira en la carne y la piel de personas que en ocasiones se me hacen ajenas. Siento en mi cuerpo el olor y el sudor de otros. Pequeñísimos bichos con forma de corona me caminan y amenazan por poblarme. El calor y el frío me provocan y pienso que nacer hecho disfraz y vivir usado a ratos no siempre me satisface y me cuestiono si prefiero no existir o resurgir un momento para hacer feliz a otros en detrimento mío.
Disfraz para un Halloween en pandemia
