Drive (2011) es una película dramática y de suspense dirigida por Nicolas Winding Refn y protagonizada por Ryan Gosling y Carey Mulligan. Drive está basada, a su vez, en el libro homónimo escrito por James Sallis en 2005. El director nos regala una dirección meticulosa y con una aportación de guion y fotografía dignos de elogio, haciendo destacar al género neo-noir con una de las películas más aclamadas por el público de este cine.
«¿Neo-qué?» Este estilo cinematográfico (y también muy desarrollado en el mundo del cómic) nos recuerda a películas como John Wick (Chad Stahelski), Old boy (Park Chan-wook) o Memento (Christopher Nolan) entre muchas otras. El neo-noir es distinguido por sus protagonistas —a veces antiheroicos—, ambientarse en espacios urbanos, presentar grandes contrastes fotográficos de claroscuros y mostrar violencia cruda en pantalla. Este estilo moderno ha sido además muy influyente en Hollywood en las dos últimas décadas, ya sea por la rudeza de sus tramas y personajes o por su valioso componente estético.

La trama del filme transcurre en la ciudad de Los Ángeles, y está ligada estrechamente al mundo de la mafia italiana y norteamericana. El «conductor» —ya que no se especifica su nombre durante la película— aparece como protagonista para dirigir una historia en la que (por infortunios del destino) se ve involucrado en un entramado mafioso junto a la mujer que ama, resolviendo toda la trama favorablemente y convirtiéndose en todo un héroe. ¿Pero no es esta la fórmula de todas las películas? No del todo, no.
El viaje del héroe es bien conocido por cualquier amante de la narración. Joseph Campbell describe dicho viaje en su libro El héroe de las mil caras. Según él, los héroes en la literatura —y más tarde en el cine—, presentan una estructura que deben recorrer para alcanzar su fin. Así, todo héroe es llamado a la aventura hacia un mundo desconocido, se encuentra con un mentor, aparecen pruebas que debe superar para evolucionar como individuo y finalmente vuelve feliz a su hogar. Este patrón se repite desde personajes como Odiseo, Dante o El Quijote hasta Luke Skywalker, E.T., o Shrek. El caso es que, como hemos puntualizado anteriormente, los protagonistas del cine neo-noir difieren de una narración prototípica.

El conductor en Drive no vuelve a casa; de hecho, huye de su hogar dejando atrás a Irene. ¿Y qué hay que decir de esto? Pues que es una de las veces en las que el cine nos regala una nueva perspectiva en valores, y lo hace además de forma muy consciente. La guinda en una película como Drive es que el protagonista debe dejarlo todo atrás para no arriesgar su misión principal. Esta historia nos presenta un héroe tan real como los anteriores; sin embargo, es en su sacrificio donde reside la heroicidad, porque no volver a casa —hogar donde quiere estar—, convierte a nuestro héroe en una persona desdichada. Hacer también mención a una excelente banda sonora, ya que está tan bien seleccionada que su tema principal A real hero hace eco como leitmotiv durante la película y funciona para que nuestra experiencia como espectadores sea tan agridulce como la huida de nuestro héroe.
Quizá no pueda enmarcarse en el viaje del héroe, pero a título personal, uno vuelve a enamorarse del cine cuando aparecen películas como Drive, películas que se atreven a darle una vuelta de tuerca a lo previamente establecido.