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La Poesía puede cumplir los sueños

Todo comenzó en enero de 2020.
Hoy, cuando echo la vista atrás y recuerdo todo lo vivido desde entonces, me siento algo confuso. Han pasado menos de dos años, pero tengo la sensación de que han sido muchísimos más. ¿A ti también te ocurre?

Si has seguido las publicaciones de este blog, sabrás que por esa época me decidí a apadrinar a un niño a través de la Fundación Vicente Ferrer. Era una idea que tenía en mente desde hacía años, pero no fue hasta ese momento que no se reunieron las condiciones adecuadas para hacerlo.

Cuando recibí la primera carta, presentándome a Pavan (mi ahijado), me enviaron también una revista en la que explicaban cómo era el proceso de apadrinamiento, los proyectos que desarrollaban en la India e información adicional sobre el trabajo de la asociación sobre el terreno y desde otros países para ayudar a la gente de zonas desfavorecidas mediante proyectos educativos, de inclusión, sanitarios, de vivienda… Y en ese momento, sentí el impulso de hacer algo más por ayudarles.

Una simple llamada telefónica liberó todas las ideas, proyectos y actividades que me han traído hasta aquí.

Cuando Rafael Carmona (un compañero de la Fundación) se puso en contacto conmigo, estuvimos hablando de los distintos proyectos en los que podría colaborar: desde ayudas para escuelas, programas de vacunación, formación… Mi idea era ofrecer mi poesía como medio y solución: quería publicar un libro con el que recaudar fondos para uno de sus proyectos. No quería nada muy ambicioso porque sentía que no iba a poder alcanzar el objetivo final. Sin embargo, cuando me habló de sus proyectos de vivienda, no pude decirles que no. Acepté el reto: publicar poesía y recaudar 2500€ para hacer realidad este sueño. Aunque más que un sueño para mí, es un sueño para esa familia que está esperando su nuevo hogar.

Un hogar en la India

Hice un cálculo rápido: si cada libro me podría dar un beneficio de 7€ si le ponía un precio de venta de 10€, solo necesitaba vender 300 libros (aproximadamente) para alcanzar el objetivo. ¿Qué son 300 libros?
Así nació Mi tiempo en tu reloj.

Ahora pienso en ese momento de lucidez y me da la risa.
Si has publicado algún libro, estarás de acuerdo conmigo en que la idea de publicar siempre es maravillosa. Lo compartes con todo el mundo y parece que es una idea fantástica y que vas a tener el apoyo que necesitas para que tu obra llegue lejos. Siempre se empieza pensando en la familia, luego los amigos, compañeros de trabajo, antiguos compañeros de estudios, posibles presentaciones en distintas localidades… Pero luego, la realidad es muy distinta.

No conté con imprevistos. Y ese año, tuvimos un imprevisto que hizo que toda nuestra forma de vida se tambalease. Al poco de anunciar la publicación, la pandemia por Covid-19 ya había cerrado el país y nos tenía a casi todos en casa. En ese momento estuve a punto de renunciar a este proyecto. Me planteé recaudar todo lo que podía mediante promoción en redes sociales, ventas a personas cercanas y enviar a la Fundación los beneficios que pudiese reunir. Pero no tiré la toalla. Siempre he pensado que la Poesía tiene la fuerza suficiente como para sacar lo mejor de cualquier cosa. ¡Y vaya si sacó lo mejor!

Gracias a mis familiares y amigos, el libro consiguió tener repercusión y apoyo desde el primer día. No se acercaba a la idea principal que tenía pero conseguí vender más de 100 copias en los primeros seis meses. Así que quiero aprovechar para dar las gracias a todas esas personas que confiaron en mi poesía, ya sea por el mensaje que quería transmitir en ese libro o por el fin con el que fue escrita. ¡Gracias!

Después, todo se estancó.
Pude hacer presentación del libro, pero no lo veía adecuado a más de seis meses de su publicación. Así que pensé en otras opciones.
Reedité mis anteriores libros de poesía para ofrecerlos, en una edición de bolsillo a un precio más económico, con el fin de acercar la poesía al mundo en la Navidad de 2020 y recaudar todo lo posible para este proyecto.

Pasé al años 2021 y se acercaba el año desde que acordé mi colaboración con la Fundación Vicente Ferrer. Sin embargo, no había alcanzado ni la mitad de lo que quería reunir para completar el proyecto, pero me dieron más tiempo, apoyo y confianza para seguir trabajando.

Eso me hizo pensar en otras opciones para seguir sumando a esta iniciativa.
Escribí una novela juvenil que nunca llegué a publicar.
Escribí cerca de 50 poemas que aún guardo para el momento adecuado.
Invertí en publicidad y conseguí que personas desconocidos conocieran mi obra, mi proyecto, mi objetivo. Y seguí sumando.

Y de pronto, como si siempre hubiese estado ante mis ojos, me reencontré con el haiku.
Comencé a escribirlo como quien necesita gritar para liberar todos los nervios. A mí me ayudó a focalizar, a centrarme en lo que hacía, a no tirar la toalla.
Poco a poco, mi entorno empezó a preguntarme por esta forma de poesía: ¿Qué es? ¿Cómo se construye? ¿Cuál es su origen?
Preguntas cuyas respuestas intuía y conocía de manera poco precisa. Así que me puse a investigar y a compartir todo esto que aprendía con esas personas. Comprendí que, al igual que ellas, había muchísimas personas interesadas en el haiku y que no sabían lo que era. Así que me decidí a publicar mi primer taller de escritura creativa orientado exclusivamente a la escritura del haiku, a su historia y a todo lo que lo rodea. Así nació Kasumi. Taller de iniciación al haiku. Y con este libro, también surgió el taller online, la página de Facebook en la que compartimos retos diarios y otros proyectos benéficos, con otros fines, que fueron surgiendo gracias a la infinita dedicación de muchas de las personas que me han acompañado en este camino.

Es por eso, que hoy quiero anunciarte que casi he alcanzado el objetivo y que mi previsión es completarlo para diciembre de este año.
Y ahora, me surge la dualidad sobre qué hacer con Mi tiempo en tu reloj. Este libro surgió única y exclusivamente como medio para entregar un hogar a una familia que lo necesitaba. Así que, ahora que el proyecto ha obtenido su financiación, he decidido que este libro seguirá a la venta y sus beneficios se destinarán a otras iniciativas que promueva la Fundación Vicente Ferrer.

Encuentra aquí todos mis libros

No me queda más que dar las gracias a todas las personas que han apoyado a este proyecto, ya sea mediante la compra de los libros, mediante donativos, o compartiendo la iniciativa y todo lo que implica. Y a ti, agradecerte muchísimo tu compañía en esta plataforma, tu tiempo y la ilusión que, estoy convencido, compartimos en este momento.

Me despido deseándote un muy buen día.
Cuídate mucho.
Un abrazo.

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Comments (

3

)

  1. Ladychena

    Felicidades por pensar así en los demás, por darle a tu poesía un fin más allá del que tiene, que es emocionar, hacer que soñemos, inspirar y hacernos felices leyéndote.
    Y gracias por hacernos ver los Haiku de otra forma. Y qué forma.
    Estás ahí ahí y lo vas a lograr. Qué suerte tiene Pavan y qué suerte la Fundación.

    Le gusta a 1 persona

    1. Antonio J. Ramírez Pedrosa

      Muchas gracias a ti por seguir mi trabajo y dar tu apoyo a cada uno de los proyectos que pongo en marcha 🥰

      Le gusta a 1 persona

  2. Cumplimos 3 años – Un cuaderno en blanco

    […] objetivo, quizá el más ambicioso e importante hasta ahora, ha sido la construcción de un hogar en la India para una familia vulnerable en colaboración con la Fundaci…. Además de eso, también he colaborado con esta organización en otros proyectos humanitarios a lo […]

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