Qué tiempos aquellos
en los que miraba al cielo
y mis ojos se evadían
entre tantos puntos de luz lejanos,
todos distintos.
Recuerdo aquellos días,
pero hoy:
una,
dos,
tres,
cuatro…
¡Cuatro!
Parece como si las estrellas
se escondieran de la Ciudad.
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