Hoy me asalta el recuerdo de aquel beso
que nunca te di
sobre aquel puente que cruza el Sena
entre Notre Dame y la Torre Eiffel.
Y me queda la nostalgia contenida
en este sorbo amargo
de un café de media tarde.
Hoy me asalta el recuerdo de aquel beso
que perdimos en París.
Deja una respuesta