Con esta melodía casi inaudible
que confunde las distancias
coges mi mano y me arrastras a mirar al pasado
a través de un gran ventanal
que atrapa a una ciudad enfermizamente ordenada.
Y me gusta verlo todo de nuevo
a través de tu imagen semitransparente
en el cristal.
Una débil luz
centellea
en el reflejo de tus ojos
para alejarse formando un haz infinito
que colorea el cielo,
desaparece un instante y vuelve
en ese continuo parpadeo
de quien cuida constantemente el mar.
El tiempo pasa tan rápido
que siento que desdibuja todo cuanto somos
para perdernos en la noche
entre luces que brillan imitando a las estrellas,
pero me abrazas
fundiendo nuestras siluetas en una.
Aún no he encontrado palabras
que expliquen lo que siento
cuando veo el mundo a través de ti.
21:23
