¡Hola! Soy Claudia, nueva colaboradora en este proyecto tan maravilloso como lo es Un cuaderno en blanco. Cuando Antonio me propuso escribir y dar a conocer mi trabajo a través de su plataforma, sólo pude decirle que sí. Me halaga poderle ayudar, y también, ofrecerte las herramientas y recursos que, de alguna forma me han servido en mi faceta literaria. Soy consciente de que no nos puede servir lo mismo, pero quizás, espero arrojar un poco de luz y calma.
Entonces, te preguntarás, ¿qué nos vas a ofrecer como colaboradora? Quiero aprovechar este espacio para proponerte lo siguiente:
- Marketing para escritores (desde presentaciones a redes sociales)
- La inteligencia emocional para escritores
- Talleres de creación literaria
Escribir tiende a ser un proceso solitario, donde las emociones no dejan de salir y a veces nos abruman. Nos emocionamos y lloramos, e incluso podemos reírnos a carcajadas y todo tiene su gestión que se trabaja a lo largo de los años y por supuesto, de los manuscritos que elaboramos tantas veces en silencio. Hay un contexto en el medio, no nos olvidemos. Cada manuscrito, al igual que cada escritor, es un mundo completamente diferente y por ello es necesario que nos conozcamos, sepamos nuestros límites y ver hasta dónde podemos trabajar en el presente.
He aprendido a centrarme en el ahora, al final es lo que de verdad importa. Sin embargo, a veces es necesario mirar un poco más allá, a ese futuro próximo, como la próxima semana o los próximos meses. Un presente y un futuro próximo de objetivos y metas. Siento que es importante sentar unas bases conscientes, aunque claro está, la vida nos puede dirigir hacia otro lado totalmente diferente. De hecho, en relación a lo que estamos hablando, en mis tiempos de instituto, una profesora nos dijo una vez que antes de aspirar a metas enormes, hay que empezar desde abajo, desde las más pequeñas ―teniendo en cuenta que ser pequeño, es ser y el ser ya es mucho― para así, aspirar a las estrellas.
No sé si el cielo es el límite de la vida o no.
Si la tierra es lo único por lo que podemos andar.
Sea como sea, podemos crear y encontrarnos a través del arte y eso es lo que intento pretender en este espacio como colaboradora.
Hace poco, leí en un manual de Neurociencia que la creatividad como tal no existe. Ahí se derrumbó un mito de años y supe el origen del todo y necesité leer muchísimo más del proceso creativo, del camino del artista, del cerebro del artista. Estar formados y actualizados lo considero indispensable. También animo y aliento si me estás leyendo a que lo hagas, que busques cursos, talleres, manuales…Que satisfagas tu necesidad de aprender, aunque parezca que nunca es suficiente.
El mito del que hablo es el siguiente: “eres muy creativo” se traduce a “eres muy curioso”.
Es la curiosidad quien te impulsa y te lleva a los caminos que necesitas explorar artísticamente. Mientras a mí me ha llamado la escritura, a ti te puede llamar el canto, el baile, los juegos de mesa…Es un abanico tan amplio que perfectamente se convierte en un recurso para experimentar y expresar todo lo de dentro.
Por todo ello, me gustaría ofrecerte lo que sé. Lo que he aprendido durante tantos años escribiendo y también gracias al aprendizaje constante de los libros que se han publicado. A su vez, la gestión emocional en las presentaciones y ferias, en las redes sociales y un sinfín de escenarios que engloban al escritor, vamos a irlos tratando poco a poco para conocernos desde dentro.
¿Te animas?
Y como dijo Vincent van Gogh:
“Desde luego que, para el arte, donde se tiene necesidad de tiempo, no estaría mal vivir más de una vida”.
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