Por Alejandro L.G.
“Almas en pena en Inisherin” es la última película del director y guionista Martin McDonagh tras la ganadora de 2 Oscar “Tres anuncios a las afueras” (2017). Su regreso a los cines con esta película le ha tenido muy buenas críticas y ha sido premiada en el Festival de Venecia, y ha recibido 3 Globos de Oro (Mejor Comedia o Musical, Actor y Guión) y 4 premios BAFTA (Mejor Película Británica, Actor de reparto, Actriz de reparto y Guión), además cuenta con 9 nominaciones a los Oscar (entre ellos a Mejor Película, Dirección y Guión) que se entregarán en marzo. Para esta nueva historia ha contado de nuevo con Colin Farrell con el que no trabaja desde «Siete psicópatas» (2012) y al que acompaña Brendan Gleeson, con quien también protagonizó, “Escondidos en Brujas” (2008) el debut como director de McDonagh.

El director nos muestra, en esta comedia dramática, la vida de unos personajes encerrados en una pequeña comunidad, en una isla irlandesa en los años 20, durante la guerra civil. Son gente con unas vidas sencillas y monótonas, aburridas hasta el hastío, su día a día se basa en ir de su casa a la taberna y de la taberna a su casa, cuidan de sus animales, y poco más. El filme nos habla de varios temas con una brillante sencillez. Primeramente, tenemos una fábula sobre el sinsentido de las guerras civiles (en este caso la irlandesa), una lucha absurda entre hermanos, nos habla también sobre la amistad, sobre la dependencia emocional y sobre esa fina línea que separa el amor fraternal del odio visceral. Y si esto nos sabe a poco, tiene un mensaje potente e interesantísimo sobre la huella que anhelamos los humanos dejar en la vida para cuando ya no estemos sobre la Tierra, ¿realmente compensa dejar de lado a las personas que queremos por dejar una huella, que a saber si alguien recordará en unos años?

Aparte del genial guión, otro de los puntos fuertes de la película es su excelente reparto encabezado por Colin Farrell y Brendan Gleeson interpretando a Pádraic y Colm respectivamente, la pareja de amigos protagonistas, el uno simple, el otro más cerebral a la vez que son tercos y cabezotas como ellos solos. Ambos están secundados por otra gran pareja de actores, Kerry Condon, interpretando a Siobhan, la hermana de Farrell que intentará poner un poco de cordura al conflicto entre los dos amigos, y Barry Keoghan como Dominic un joven del pueblo, un poco limitado, que nos da un personaje tierno y adorable. Tampoco hay que olvidarse de dos personajes que aunque tienen poco recorrido los hay en donde vienen los resultados en geniales como son el cura y la vecina cotilla.

Una gran película que simplemente basándose en un buen guión y un reparto muy solvente consigue emocionarnos, hacernos reír y reflexionar. Muy recomendable.
Nota personal: 8/10.
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