Cada día que pasa, me gusta más leer en digital. Y sin embargo, pienso que aún queda mucho por hacer.

Hace años jamás se me habría pasado por la cabeza pensar que llegaría el momento en el que preferiría la lectura en soporte digital a tener en mis manos un libro. Y sin embargo, ha llegado.

Este año me he propuesto comprar únicamente libros en digital (salvo contadas excepciones). ¿Y eso por qué? Principalmente porque considero que es un soporte infinitamente más sostenible y cómodo. Luego hay otra serie de factores con los que no quiero aburrirte.

Estoy viendo, además, que muchas editoriales se suman a la edición digital de sus obras, pero aún veo que falta mucho por avanzar en este sector. O quizá sea porque no he investigado más allá de las plataformas de venta en digital más conocidas y de las compras en epub o PDF que ofrecen determinadas editoriales.

Eso me llevo a imaginar una plataforma de lectura en la que no solo pudieses adquirir los libros por internet, sino que en las mismas librerías, tuvieses la opción de comprarlos y que quedasen registrados en tu cuenta personal. Es más, también pensé que sería ideal que con una compra en físico, también pudieses canjear dicha lectura en digital para tenerla disponible allá donde vayas.

Pero aquí entra en juego la honestidad y buena fe del consumidor. ¿Cómo evitar cuentas compartidas con infinitos usuarios? ¿Cómo evitar la piratería?

Ahora mismo se me ocurre una solución simple como vincular tu cuenta a únicamente un determinado número de dispositivos físicos, de forma que cualquier acción de compartir implique la revocación de permiso para dispositivos ya añadidos. La piratería de dicho contenido se podría salvar mediante una lectura en streaming. Aunque claro, ya sabemos que puesta la ley, hecha la trampa. A veces, pienso que un acceso más directo y económico a determinado contenido podría reducir en gran medida el consumo ilegal del mismo.

Pero más allá de todo eso, ¿no pensáis que una de las limitaciones más importantes que se tiene con la compra de libros en digital en la mayoría de las plataformas es que no se puede prestar el contenido o compartirlo con tus allegados? ¿Qué podría impedir eso? (¿Qué podría impedirlo a menos que sea la búsqueda de recaudar más con la compra de ejemplares?)

¿Tú qué opinas? ¿Crees que un replanteamiento del sector literario hacia la publicación en digital podría ayudar a aumentar la oferta, regular los precios de los libros y crear una sociedad más responsable para con la literatura?

¡Te leo!
¡Feliz día!

Publicado por Antonio J. Ramírez Pedrosa

Creador y promotor de Un cuaderno en blanco. Escritor de silencios.

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