Hace tiempo me dijeron algo así como: muchas cosas pequeñas, hechos por pequeñas personas, pueden convertirse en algo grande, extraordinario. Y ¿qué mejor ejemplo de algo pequeña que el haiku?
Como sabéis quienes nos seguís desde hace tiempo, todo comenzó con el lanzamiento de nuestro primer taller de haiku Kasumi para apoyar nuestra iniciativa de colaboración con la Fundación Vicente Ferrer. Al ver tanto apoyo, ya sea de gente que quería aprender esta forma de poesía, como de otras que solo se animaban a participar para colaborar, entendí que en el haiku había algo más que podría unir a muchísimas personas por un bien mayor. Y así fue como nació el certamen de haiku cuya segunda edición hemos celebrado hace unos meses.
¿Qué hemos conseguido con esto?
Más de mil personas, participantes y amigos, colaboradores y patrocinadores, nos hemos volcado en que las ediciones tengan el éxito que han tenido, así como en la recaudación de más de 500€ por cada edición para fines benéficos.
Como sabéis, la primera antología, Aki no koe, destina todos sus beneficios a la Asociación Española Contra el Cáncer. Mientras que la segunda antología, Himawari, destina todo lo recaudado a la Federación Española de Enfermedades Raras.
Ha sido un año de promoción y trabajo para que estos ejemplares se conozcan en todo el mundo. Y ¡vaya sorpresa nos hemos llevado!
Con Aki no koe hemos tardado casi un año en completar el objetivo marcado de 500€. Sin embargo, con Himawari el objetivo lo hemos alcanzado en menos de dos meses desde su lanzamiento.
¿No es fantástico el poder que tiene el haiku?
¿Acaso no sorprende la influencia que tiene la poesía para unir a las personas?
Y en esta línea seguiremos trabajando para ofreceros nuevas iniciativas y proyectos, nuevas convocatorias benéficas y apoyo a pequeños creadores y creadoras de cultura para que todo esto que nace en una idea fugaz, se convierta en realidad.
¡Muchísimas gracias por hacernos crecer y por permitirnos contribuir a la cultura!
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