Se inició en la pintura desde bien temprano. Tendría seis años cuando realizó el primer ejemplar que ganó un concurso para principiantes. Al crecer, cursó la especialidad de pintura en una prestigiosa escuela de arte donde fue el alumno más destacado. Durante su incipiente carrera, expuso en una de las mejores galerías de la ciudad y alcanzó un reconocimiento considerable para su edad y trayectoria. Así se convirtió excepcionalmente en un pintor de renombre en el mundo entero. Atesoraba envidiables premios y otros no tan pomposos.
Un día despertó bastante entusiasmado, con ganas de pintar algo distinto. Estaba harto de paisajes, animales, frutas, rostros. Sentía deseos de pintarle a la vida, al amor, los sentimientos. Se fue al estudio y montó el caballete. Lo acomodó a su gusto para dedicarle todo el tiempo que fuese necesario. Las pinturas y los pinceles estuvieron listos enseguida. Después de ocho largas horas contempló el lienzo virgen. Permanecía intacto. Lo firmó y lo dio por terminado. Nada sabía respecto al tema que quería expresar.