Cosas de los dioses

Según los ancianos de la sexta generación, la creación de Troke fue obra mística de dioses infames. Fornitud había quebrantado el primer mandamiento de Dezeus que prohibía todo contacto directo con terrícolas, reservándose la procreación santa al vínculo conyugal con las diosas o semidiosas de la Casa Dezeus, una especie de burdel sagrado con el permiso del Divino Consejo Supremo (DCS). 

La casa disponía de innumerables chicas de todas las razas con rasgos finos, cuerpo esbelto y senos firmes de cualquier tamaño, nalgas bien sólidas, salientes y redondas sobre talladas piernas tonificadas. Como elemento común y definitivo; embriagador aroma a hembra limpia. 

El dios que deseara formar familia con alguna de las doncellas de Dezeus debía solicitar el servicio y pagar la contribución que el jefe fijase. Aporte que no variaba en su modalidad, pero si su cuantía. Cada chica costaba entre cien y trescientos horas sagradas en las que Dezeus disponía a su antojo del comprador. Y los deseos de Dezeus eran sorprendentes. Desde labrar la tierra, hacer labores domésticas; hasta compartirse él mismo con el solicitante y la prometida en su alcoba. En la que solo las partes conocían lo que allí sucedía. 

Cuando Fornitud se interesó por adquirir mujer, Dezeus dispuso en automático que trescientas horas sagradas de íntima compañía no eran suficientes. Turbado por el afrodisíaco físico virgen del demandante, dispuso que se sometiera al DCS la modificación del primer mandamiento y se ampliase el precio de sus chicas hasta cuatrocientas cincuenta horas. Agregándose que la virginidad eclesiástica pasara a ser propiedad suya y que solo él, el dios Dezeus, podía consumirla antes de toda consumación de matrimonio con las doncellas que estuvieran en oferta. 

En menos de cuarenta y ocho horas, el DCS aprobó por rotunda unanimidad la modificación de la norma sometida a debate. Dezeus se encargó de que un manojo de secretos que poseía de sus miembros acelerara los términos del análisis. 

Al publicarse en las nubes oficiales lo dispuesto por el consejo, Fornitud tomó la decisión de abandonar el terreno sagrado y rechazando su condición eterna, bajó a Troke. Para ese entonces tierra inhóspita donde conoció a Gesica, una hembra de piel blanca y pelo rubio. La viva esfinge de la fertilidad vuelta mujer. La dama que le envenenó la existencia y le provocó un orgasmo físico y mental a primera vista nunca antes vivido. 

La unión sexual de Gesica y Fornitud reventó las luces sagradas de la tierra santa. La oscuridad ocupó todos los espacios. El libertinaje de Dezeus se conoció como el detonante de la “traición” de Fornitud. Los hombres se formaron juicios morbosos sobre el imperio de los dioses y a riesgo de ver develados sus secretos, el DCS tomó la iniciativa. Despojaron a Dezeus de su nombre y su pene divino. Lo condenaron a vivir entre terrícolas en condición de semidiós invisible con un coto de vida de tres mil años. Período en el que como buen perro huevero se encargó de fomentar la barbarie, el fornicio desenfrenado, el incesto, el divorcio y la bigamia acompañada de la violación de la especie entre sí. Así Dezeus fue venerado por la mayoría de los trokianos que hicieron de sus versículos la religión oficial, dedicándose la iglesia protestante únicamente a la formalización de matrimonios.

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