Te fuiste apagando,
como se apaga
un copo de nieve
en unas manos ingenuas.
Nos regalaste risas,
horas de desvelo
escuchando tu monótona
melodía.
Nos regalaste algún grito,
provocado por tus muestras
de cariño.
Fuiste un destello,
muy pequeña.
Sin embargo, dejas
un vacío enorme
en nuestros corazones.
Te recordaré,
te recordaremos siempre.
Guardaremos esos momentos
como aquellos tesoros
que tú escondías
a la vista de todos.