Me invade una nostalgia
incontrolable
cada vez que pienso en ti.
Y me veo,
recorriendo mis pasos hacia atrás
buscando
ese sutil instante
en el que empezaron a separarse
de los tuyos
hasta llegar a este momento
en el que la distancia
entre tú y yo
se hizo infinita.
Sobrevuelo tu pasado
y el mío.
Y te veo.
Caigo, a tus pies,
para hacer de huella
y acariciarlos
como lo hizo el camino.
Luego, subo hasta tu cintura
recorriendo cada pedacito de ti.
Llego a tus ojos, y te miro.
Me sonríes
y te respondo con un suspiro
que me hace derrumbarme
sobre tu pecho.
Y escucho, de nuevo,
tus latidos.
Y siento
(en este tiempo que no es mío)
que te desvaneces,
entre mis brazos,
en esta sucesión repentina
de recuerdos
que me traen de nuevo
a un presenteen el que no estás conmigo.