Miro por la ventana
y veo
una imagen desdibujada de la realidad.
Pequeñas gotitas
distorsionan la poca luz que
las nubes dejan escapar.
La ciudad parecía deshabitada, vacía.
El miedo
nos obliga a vivir en jaulas
de acero,
cristal y hormigón.
Diez días de lluvia
y tú
aún no vuelves.
Deja una respuesta