El tiempo pasa demasiado rápido
entre tanto revuelo de sin razones,
toma formas incomprensibles,
danza
más allá de todo cuanto alcanzo a ver
como si fuese un lazo infinito
-rojo-
que se abandona al viento.
Corazones descompasados
intentan recuperar el ritmo previo al caos
pero no lo consiguen.
Crean frecuencias monótonas de latidos
inaudibles.
Una canción de los Rolling Stones rompe el silencio.
Ahora es tu voz la que para el tiempo
y deshace las lejanas frecuencias de unos latidos rotos.
Ahora es tu voz la que me invita
a pintarlo todo de negro.
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