Cuando te tengo,
tan cerca,
a escasos centímetros de mis labios, sé
que en todos los universos paralelos
que crean los posibles
nos estamos fundiendo en un beso.
En este no,
en este nos miramos,
sonreímos
y nos dejamos llevar por esa descarga cuántica
del beso que no nos damos.
Y me veo,
dentro de tus pupilas
me veo
tras esa línea invisible que sobrepasas
poniéndote de puntillas,
sorprendido
por el único beso que faltaba
para que todas nuestras historias fuesen una de nuevo.

Deja un comentario