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Fuegos artificiales

El destello y el color se reflejaba en tu rostro y dejaba un brillo pasajero en unos ojos que apenas parpadeaban.
El estruendo posterior nos hacía vibrar, a la vez, y se acababa apagando en nuestro pecho.

Aquella noche, la luz de los fuegos artificiales brillaba más hermosa en tus ojos que en el cielo.

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Comments (

2

)

  1. JaBaBa

    Muy apasionada historia ⭐🍀

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    1. Antonio J. Ramírez Pedrosa

      Muchas gracias por tu comentario.

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