Me desconcierta tu voz
cuando, de improviso,
se cuela en mi cabeza y me habla
de ti y de mí, de los dos.
Se me da muy mal fingir.
Y es que siento que todo está de más
cuando te echo de menos.
Quiero
comerte la boca,
terminar cada ensueño en tus labios,
desnudar tu cuerpo
y recorrer a besos
cada pedacito de ti.
Quiero
llevarte en brazos
por las infinitas aventuras que encierran mis cuentos.
Y quiero
que todas mis letras tengan tu voz.
Y que griten, y te digan
que lo único que quiero es amarte
lo justo
para quererte toda mi vida.
Deja una respuesta