Siempre me he dejado llevar por el pasado.
He sentido cada recuerdo, de nuevo,
y lo he sostenido entre mis manos.
Yo lo veo como una pequeña esfera,
de cristal frío y desgastado
con diferentes brillos y matices
de color azul.
La música que recuerdo
y me viene a la cabeza en cada momento
me tortura y me destruye
me hace gritar tu nombre
en silencio
y me acompaña hasta altas horas de la madrugada.
Esa música que viene de cualquier parte,
de tu voz,
de tus letras, cuando me escribes,
o la misma música que canto
sin saber que podía cantarla.
Toda esa música la escucho azul.
La estrella que estalló sobre nuestras cabezas
y pasó detrás de ti,
fugaz,
hasta perderse de nuevo,
era de un azul indescriptible,
mágico,
pero azul.
Y el negro en tus ojos,
aquella noche
o cuando los miras al espejo;
ese color negro, siempre
me muestra un destello
azul
cuando me miras.
Y tus labios
y esos besos contenidos,
y los besos apasionados
cuando me haces el amor,
y los besos que me das
cuando me abrazas…
Tus besos
me saben azul.
Y es maravilloso.
Huelo el azul de tu pelo
y el azul de tu piel
cuando la recorro con mis dedos.
Es azul cada una de las palabras que te digo
y es azul
cada suspiro que se me escapa
cuando pienso en ti.
Es azul porque te siento cerca,
da igual donde estés.
Hasta tus puntos suspensivos
son de color azul.
Y es azul
un te quiero.
Es azul.
Bonito poema,me gusta la línea que llevas Felicidades !!
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Muchas gracias por tus palabras 🙂
Nos leemos.
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