Por Alejandro L.G

James Mangold es un director y guionista estadounidense. A lo largo de su filmografía ha tocado todos los palos: desde el drama en “Heavy” (1995) e “Inocencia interrumpida” (1999), al thriller con “Copland” (1997) e “Identidad” (2003), el western en “El tren de las 3:10” (2007), el cine de superhéroes con “Lobezno: Inmortal” (2013) y “Logan” (2017), el cine de aventuras con “Indiana Jones y el dial del destino” (2023) hasta el biopic con “En la cuerda floja” (2005) y “Le Mans 66” (2019). Ahora regresa a este último género con “A Complete Unknown”, una película que narra los comienzos de uno de los músicos más importantes de la cultura del siglo XX, Bob Dylan. Película que ha estado nominada a 3 Globos de oro y a 8 Oscars, incluyendo Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Actor.

El título del último filme de James Mangold, “A Complete Unknown” sale de un verso de la canción “Like a Rolling Stone” (1965), que se traduciría como, un completo desconocido. Se trata de una adaptación del libro sobre Bob Dylan, «¡Dylan se vuelve eléctrico! Newport, Seeger, Dylan y la noche que dividió los años sesenta» (2015) de Elijah Wald. El filme es un biopic, riguroso y lineal, realizado de una forma muy clásica, donde, a diferencia de la curiosa y ecléctica “I’m Not There” (2007) de Todd Haynes. Esta de Mangold se centra en los comienzos del artista. Como en el libro en que se basa, comenzamos la historia a principios de los 60, cuando llega al Greenwich Village un veinteañero Bobby, (admirador de Woody Guthrie) que compone canciones que terminarán convirtiéndose en himnos. Veremos como se convertirá en un icono del folk de la mano de Pete Seeger (Edward Norton) y Joan Baez (Monica Barbaro), aunque mucho menos comprometido como activista social y político de lo que estaban sus compañeros de profesión, hasta llegar a su actuación en el Festival de Newport, en 1965, donde guitarra (eléctrica) en mano tocó y cantó “Like a Rolling Stone” con una banda de rock and roll, “traicionando” así el espíritu del folk e iniciando una nueva era en su carrera entre los gritos del público que lo llamaban «Judas”.

El filme nos narra la evolución musical de un Dylan, reservado y misterioso (no sabemos nada de su pasado) y se centra en su constante búsqueda artística, en su perfeccionamiento, su afán por cambiar y revolucionar, y su don como narrador, lo que causaba admiración entre los que le rodeaban, Mientras nos sumerge en la realidad sociopolítica y musical de los 60. La película nos muestra las relaciones con distintos artístas del momento y en como influenciaban el mundo con su música y las relaciones sentimentales de Dylan en aquella época, con Sylvie Russo (Elle Fanning), nombre ficticio de una novia que tuvo el cantante por aquel entonces y Joan Baez (Monica Barbaro); la primera una joven fuera del mundo artístico y la segunda una cantante y compositora ya reconocida, a quien unía no solo en lo sentimental sino su admiración mutua, tanto profesional como políticamente. Sin ser yo un muy entendido en música y para nada experto en la vida del cantante, puedo decir que es una historia perfectamente disfrutable, tanto para los que como yo nos limitamos a escuchar música, como para los incondicionales de Dylan, o para cualquier melómano en general, quienes disfrutaran de la evolución musical del protagonista a través de una excelente banda sonora, con canciones de Dylan, Joan Baez, Johnny Cash, Pete Seeger y Woody Guthrie, que van desde “Mr. Tambourine Man”, “Song to Woodie”, “House of the Rising Sun” “Wimoweh”, hasta el “Blowin in the wind” o “The Times are Changin”, todas muy bien integradas en la trama, e interpretadas por los propios actores lo cual le da un punto extra de calidad a la película.

Timothée Chalamet se convierte aquí en la figura de Dylan y no solo con sus gestos o sus expresiones, sino también (como comentaba antes) se atreve a cantar y tocar los temas que salen a lo largo de la película (que no son pocos), demostrando de nuevo que estamos ante uno de los mejores intérpretes de su generación. Una interpretación que ya ha sido premiada tanto por el Sindicato de actores como por la Asociación de Críticos de Boston. Los secundarios también resultan muy interesantes, como Monica Barbaro, que realiza un interesante trabajo como Joan Baez y Ellen Fanning como Sylvie Russo. Pete Seeger (Edward Norton) un purista del folk, que introdujo en el ambiente a Dylan vuelve a demostrar el pedazo de actor que es (ha sido nominado como Mejor actor de reparto tanto en los Globos de oro como en los Oscar), por último mencionar en el casting a Boyd Holbrook quien encarna al Johnny Cash personaje que ya interpretó Joaquin Phoenix y Reese Witherspoon en “En la cuerda floja” (2005), biopic de Johnny Cash.

En resumen, me parece una película bastante digna, bien hecha y con una buena factura técnica, que si bien no me ha entusiasmado con su guion, si que lo hace con un buen reparto muy bien dirigido que han dado lo mejor de sí. Quizá los melómanos y los fans de Dylan puedan sacarle mucho más al filme, pero en general podemos darle un buen aprobado.

Nota personal: 7/10.