Por Alejandro L.G

Ya desde sus inicios, en sus cortometrajes y mediometrajes, Isaki Lacuesta se ha movido siempre entre la ficción y la no ficción, como se ve en los largometrajes como “Cravan vs. Cravan” (2002), “La leyenda del tiempo” (2006), “Grabo, el espía (el hombre que salvó el mundo)” (2009), Goya al Mejor Documental en el que participó como guionista, “Entre dos aguas” (2018) que se llevó la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián y tuvo dos nominaciones a los Goya en la categoría de Mejor Película y Mejor Dirección, o la más reciente “Un año, una noche” (2022) donde retrataba las secuelas psicológicas de una pareja que vivió el atentado en la sala Bataclán de París en 2015. Lacuesta se une con Pol Rodríguez en su última película “Segundo premio”. Rodríguez es un director de trayectoria más corta que dirigió “Quatretondeta” (2018) y firma con esta su segunda película.

“Segundo Premio” es un biopic (nada al uso) ubicado a finales de los años 90 sobre el grupo granadino de rock indie, Los Planetas. Pero nada más comenzar el filme, los autores ya nos deja claro, que esta NO es una película sobre Los Planetas, “Segundo premio” habla sobre el mito de esta banda, que bien podría ser la historia de cualquier otro grupo de música, una historia sobre la supervivencia y la amistad, sobre el ascenso, la caída y el perdón. La película se centra en lo que les sucedió en el peor momento del grupo, mientras preparaban el que fue su tercer álbum, “Una semana en el motor de un autobús” que terminó siendo todo un éxito. Durante esa época se enfrentaron de golpe a la marcha de la bajista (Stéphanie Magnin) y el batería (Mario Fernández “Mafo”), el guitarrista (Francisco Martín «Cristalino») cayó en las drogas y perdió por completo el control. Con este panorama, el único que quedaba más o menos es el cantante (Daniel Ibáñez) que por su parte lucha por sobrevivir y salvar lo que queda del grupo lidiando con la discográfica mientras escribe y e intenta grabar el nuevo disco en Nueva York.

Son impresionantes, los trabajos del trío protagonista, (los tres son los narradores del film) a través de cuyos ojos vemos la película. Cada personaje, desde una perspectiva distinta cuentan lo que ocurre, lo que provoca que nunca llegamos a saber cuál de las versiones es la verdadera, quizás todas lo son, o quizás ninguna en realidad. Por otro lado, los propios actores también son músicos en la vida real, un hecho nada fortuito. Ellos mismo tocan la música y cantan en directo, lo que evita tener que recurrir a los playbacks lo que hace que las canciones surjan en la pantalla como si sonasen por primera vez, ya que son una parte muy importante de la historia, pues a través de ellas vamos viendo la también lo que les sucede a los personajes. Las letras de las canciones, están inspiradas en la relación entre el cantante y el guitarrista reales, que estuvieron a punto de romper su relación, cuando el segundo se descontroló con la heroína, canciones como “Línea 1” o “Segundo premio”, el tema principal del álbum, que además es el que da título al filme.

En cuanto a la dirección de Lacuesta y Rodríguez tira por un tono realista, lo que permite al espectador conectar con la historia y los personajes. Escenas como en las que los personajes se drogan, están muy bien realizadas y meten al espectador en esa sensación entre la lisérgia y la psicodelia, una estética muy ligada al grupo. Tanto la puesta en escena como la ambientación de la película están muy cuidadas con esa mezcla entre la tradición (el flamenco, la Semana Santa) y la influencia árabe, presente en la Granada de los 90 con lo que intentan romper, las referencias a Lorca y su viaje a Nueva York o las referencias que hacen en la película a los fans del grupo (como la X que luego sería la portada del disco que quieren grabar, o el disco firmado).

Parafraseando a ese inicio de la película que antes comentaba, esta NO es una película solo para los fans de la música. Estamos ante una de las películas españolas de año que puede disfrutar todo el mundo. Un viaje en el tiempo, una oda a la música, a la creación y a los noventa.

Nota personal: 7/10.