Ojalá pudiera recordar
tu voz,
el brillo de tus ojos
y el sabor de tus labios
en un beso cualquiera.
Desearía poder sentir tu piel
sobre la mía
una vez más,
cualquiera de las canciones
que callabas
y se perdían en una melodía suave.
Ojalá pudiera sentir
tu pelo
enredándose entre mis dedos.
Y
aunque me vea,
a veces,
recordando cómo olvidarte,
ojalá no pueda hacerlo.