Cuando empecé a leer y escribir haiku sentí que había algo de inocencia en esos versos que tenía frente a mí. Y tras la charla que improvisé con los alumnos de último curso de Primaria en una actividad cultural que organizó el colegio Nuestra Señora de la Expectación (el mismo en el que yo pasé mis primeros años académicos), vi en ellos una facilidad innata para percibir lo esencial en el entorno y para plasmarlo usando una sencillez envidiable.

Y fue cuando empecé a ver los primeros ejemplares en manos de mis más fieles lectores y amigos cuando comprendí que todo el esfuerzo había valido la pena.

La imagen que podéis ver aquí es lo máximo a lo que aspiraba cuando publiqué este taller. Fue genial ver cómo un grupo de niñas y niños se interesaba por este curso y disfrutaba aprendiendo con él.

Estoy convencido de que fue gracias al cariño que Azucena Fernández ha depositado en este taller y en cómo presentó esta curso a los niños lo que hizo que se interesaran de esta forma por esta forma de poesía.

Y como podéis ver, consiguieron escribir sus primeros versos en las primeras horas tras conocer lo esencial que esconde este taller.

¿Te animas a intentarlo?

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Muy pronto anunciaremos el I Taller de haiku online inspirado en este curso. Si quiere más información sobre esto, el taller o aclaración sobre cualquier duda que te surja, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.