Me detengo
y susurro al viento tu nombre.
Recuerdo cuando hacíamos este camino
juntos
y el eco de tus pasos
persigue a los míos.
Silba el viento entre hojas
de cobre y azul
como si respondiese palabras etéreas
a ese nombre que se me escapa.
Y huye el sol
tras nubes lejanas
bañando de oro viejo
las copas más altas.
Los árboles proyectan sus sombras
sobre este atardecer que nunca acaba.
Siento tu mano
agarrar fuerte la mía
y tu perfume se desvanece
con este recuerdo fugaz
justo en el momento
en el que se desdibuja la luna.
Fotografía de James Rhodes.
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